Valencia, España
La arquitectura se camufla en el bosque, pero la luz la delata. Un juego de sombras y reflejos donde el hormigón se mezcla con la niebla y la vegetación lo reclama poco a poco. Como artista 3D, el reto fue más que técnico: se trataba de encontrar el equilibrio entre la materialidad y la atmósfera, de dejar que la luz y la sombra hicieran su parte y fuesen protagonistas. Creo que la mejor imagen no es la más perfecta, sino la que logra transmitir mejor.