Algemesí, Valencia
España
Concreto blanco y madera en un juego de contrastes que transmite pureza al exterior y calidez en el interiorismo a partes iguales. La casa se despliega en altura, con dos volúmenes que enmarcan la luz y amplifican la sensación de espacio. Para esta imagen, la clave estuvo en resaltar la textura del hormigón sin perder sutileza, encontrar el punto justo donde la iluminación invadiera el interior sin volverse artificial y lograr que cada mueble se sintiera elegido con intención, porque lo estaba.
